La falta de materias primas plásticas castiga el mercado

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El plástico roza el desabastecimiento y el mercado se resiente

¿Qué ocurriría si, de la noche a la mañana, dejase de producirse plástico? ¿Si, de repente, desapareciesen todos los artículos fabricados con él? ¿O si su precio aumentase tanto que se convirtiesen en un bien de lujo? Son las preguntas que se plantea Luis Cediel, director general de la Asociación Española de Industriales de Plásticos (ANAIP), ante la escasez de materias primas que sufre esta industria desde finales de 2020 y que ya ha comenzado a castigar al mercado.

Debido a esta carestía, el sector ha visto cómo los polímeros empleados como materias primas han duplicado su precio con respecto a diciembre y cómo los plazos de entrega son cada vez mayores y las demoras, más frecuentes. Todo ello ha provocado que la fabricación de productos de plástico se resienta y ha derivado en un incremento del coste de algunos de ellos, que perjudica no solo al fabricante, sino también al consumidor. Así, en torno al 75% de las compañías afectadas ha subido el valor de sus artículos, según ANAIP.

La versatilidad del plástico y sus múltiples aplicaciones son precisamente las responsables de que esta crisis tenga un carácter transversal y afecte a multitud de sectores. El desabastecimiento puede llegar a notarse incluso en industrias clave como la alimentaria y la farmacéutica, así como en el calzado, las empresas jugueteras o la construcción, detalla el director general de ANAIP.

«Sería lamentable que tuviéramos vacunas, pero no jeringuillas», afirma Cediel sobre la posibilidad de que el desabastecimiento azote al mundo farmacéutico y a la vacunación. «O que un producto no llegase al lineal del supermercado porque no hay ‘papel film’ para envolver el palé», dice sobre la industria alimentaria. No obstante, imagina que los proveedores de materias primas son «más cuidadosos con los suministros en determinados sectores muy sensibles de cara a la opinión pública». De hecho, Farmaindustria y la Federación Española de Alimentación y Bebidas (FIAB) dicen no disponer de información al respecto.

En cuanto a la duración de estos problemas de abastecimiento, que «parecen tender a la estabilización» tras meses de empeoramiento, estima que «puede durar hasta agosto», si bien recuperar los precios de las materias primas previos a esta crisis puede «tardar más». Las compañías del sector encaran este esfuerzo inmersas en la incertidumbre, mientras asumen el déficit y se resisten a aplicar ERTEs o despidos, a pesar de la reducción de su ritmo de producción y el incumplimiento con sus clientes.

¿Cuáles son los sectores más afectados?

Quienes sí han notado ya la escasez de los polímeros y el aumento de su coste son los empresarios de la industria juguetera. Un ejemplo es Injusa, dedicada a la fabricación de motos para niños, triciclos y correpasillos y a la que esta carestía de materias primas ha llevado a elevar el precio de los productos que fabrica ya en dos ocasiones desde hace un par de meses, para totalizar un incremento del 10%. Aun así, no descarta un nuevo aumento. «No los subimos para seguir ganando, los subimos para no perder», recalca Luis Berbegal, consejero delegado de la empresa.

¿A qué se debe la escasez?

sta escasez de materias primas plásticas obedece a una confluencia de agentes que, por lo general, no suelen coincidir en el tiempo. Sin embargo, este año se ha producido «una tormenta perfecta» que ha conducido a esta carestía y ha azotado al sector. «Hay factores estructurales importantes: la pandemia ha llevado a una reducción del consumo de combustible porque hemos estado confinados y esto ha disminuido la extracción de petróleo. Esto causa que haya menos nafta, menos etano y menos etileno».

Además, las «paradas por fuerza mayor» para realizar el mantenimiento de las plantas de producción se han multiplicado por cuatro en los últimos meses respecto a las habituales y se han producido de forma casi simultánea, ahonda el director general de la ANAIP. También la rápida recuperación de China tras la pandemia ha provocado que el gigante asiático necesite mayor cantidad de materias primas y recurra a Europa para conseguirlas. Todo ello ha convergido en una menor disponibilidad para el Viejo Continente.

Asimismo, la meteorología extrema ha jugado un papel crucial, ya que el temporal de frío y nievo que azotó Texas en febrero obligó a parar 64 plantas petroquímicas, con la consiguiente falta de extracción de crudo. A empeorar esta situación contribuyó el bloqueo durante una semana en marzo del Canal de Suez, por el que circula el 10% del tráfico del comercio marítimo mundial.

¿Y la solución?

En general, los afectados por la esta crisis de escasez de materias primas plásticas coinciden en que la única solución posible es esperar a que el mercado se regule y confiar en que lo haga más pronto que tarde. Ni siquiera tratar de comprar en China es una opción, porque el problema es global, dice Ayuso.

En este sentido, Cediel sugiere que tal vez una opción sería eliminar los aranceles que limitan la adquisición en el exterior y coordinar los cierres por causa mayor de las plantas para evitar que se produzcan de forma simultánea.

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